extraño cantar que me aborda
como animales burlones
y no hay azar en la melodía
ni en la metáfora.
sólo un bizarro sentimiento
de impermanencia
justo en ese momento, todo se distorsiona
el bostezo y una palabra cantada al revés
no puedo saber si sigo siendo yo
o soy la habitación cerrada
asediada por ecos que me hablan.
alzándome sobre las paredes hasta el techo
tan lejano de mis pensamientos
y sin poder reaccionar aún
trompetas celestiales abren el telón
para que lo recorra mi mirada
y se pierda en un escenario
realmente ficticio, inversamente quimérico.
empiezo a temer el final de la obra
a que el aplauso sea la desaparición
de lo que he sido
en este último suspiro de tiempo.
y no salgo de mi asombro
al volver a caer en mí
tras este pequeño viaje.
el público se derrumba en una marcha militar
inexplicable tiempo sin precio
que alcanza con fuerza su cénit
caminando detrás
del que le antecede
y así sin fin, sin saber
quién va delante
o qué
a costa del recuerdo manchado
la derrota de la caricia
de un valor adivino
te besa bajo la lluvia
escondida en el paraguas torturado
por un viento sombrío y culpable
surgido en la doblez de la noche tranquila
asoma cauto como gato con un sólo ojo
te mira desafiante, para que vayas tras él
no lo atraparás si te mueves
no lo atraparás si lo esperas
un mundo raro que no me acompaña en absoluto
sólo me sigue como un perro
me sobrevuela como un una pertinaz urraca
que no encontrará nada brillante que llevarse
nada llevo encima que asemeje alhaja
así camino descalzo
entre los cristales de Plaza Maitines
psique.
estoy buscando algo está noche
una luz en mí que no conozco
que no encontré en mi camino
sólo se de ella
por los niños que me hablaron
cambié el secreto por unas marionetas
y me contaron dónde buscar:
"tras la tristeza hay un campo de trigo enorme
que nadie atraviesa
hazlo muy despacio
colocando un pie
delante del otro
hasta que cambies.
y entonces lloverá
y podrás conocerlo
nos encontraremos allí contigo
algo caerá sobre ti y saldrás volando
a través del mundo que no conoces y viniste a buscar
lo harás desde tu primer día entre los vivos
podrás regresar
al lugar que no volvió a estar contigo
y seguirás jugando, y seguirás jugando, y seguirás jugando...
mientras desde fuera
nadie volverá a conocerte
un minuto más rápido de lo normal
mientras tocan los violines no completo un parpadeo
el siguiente se multiplica
y me permite vivir una vida entera
fallida y desgraciada
uno más que no llega ni a suspiro por la pérdida
el que va después es un año como un hombre rico
caminante sobre las brasas de la locura
cruza lo imposible de cruzar
las visiones son horribles, pero los pies deben volar
todo a la vez en el siguiente tramo del segundero asombroso
la vida junto a un hijo
un casamiento hasta las bodas de oro
y continúa la cadena imposible, inventada por todos
colocando con afán alguna cosa tras otra
así creamos el tiempo
y nos condenamos para siempre.
como animales burlones
y no hay azar en la melodía
ni en la metáfora.
sólo un bizarro sentimiento
de impermanencia
justo en ese momento, todo se distorsiona
el bostezo y una palabra cantada al revés
no puedo saber si sigo siendo yo
o soy la habitación cerrada
asediada por ecos que me hablan.
alzándome sobre las paredes hasta el techo
tan lejano de mis pensamientos
y sin poder reaccionar aún
trompetas celestiales abren el telón
para que lo recorra mi mirada
y se pierda en un escenario
realmente ficticio, inversamente quimérico.
empiezo a temer el final de la obra
a que el aplauso sea la desaparición
de lo que he sido
en este último suspiro de tiempo.
y no salgo de mi asombro
al volver a caer en mí
tras este pequeño viaje.
el público se derrumba en una marcha militar
inexplicable tiempo sin precio
que alcanza con fuerza su cénit
caminando detrás
del que le antecede
y así sin fin, sin saber
quién va delante
o qué
a costa del recuerdo manchado
la derrota de la caricia
de un valor adivino
te besa bajo la lluvia
escondida en el paraguas torturado
por un viento sombrío y culpable
surgido en la doblez de la noche tranquila
asoma cauto como gato con un sólo ojo
te mira desafiante, para que vayas tras él
no lo atraparás si te mueves
no lo atraparás si lo esperas
un mundo raro que no me acompaña en absoluto
sólo me sigue como un perro
me sobrevuela como un una pertinaz urraca
que no encontrará nada brillante que llevarse
nada llevo encima que asemeje alhaja
así camino descalzo
entre los cristales de Plaza Maitines
psique.
estoy buscando algo está noche
una luz en mí que no conozco
que no encontré en mi camino
sólo se de ella
por los niños que me hablaron
cambié el secreto por unas marionetas
y me contaron dónde buscar:
"tras la tristeza hay un campo de trigo enorme
que nadie atraviesa
hazlo muy despacio
colocando un pie
delante del otro
hasta que cambies.
y entonces lloverá
y podrás conocerlo
nos encontraremos allí contigo
algo caerá sobre ti y saldrás volando
a través del mundo que no conoces y viniste a buscar
lo harás desde tu primer día entre los vivos
podrás regresar
al lugar que no volvió a estar contigo
y seguirás jugando, y seguirás jugando, y seguirás jugando...
mientras desde fuera
nadie volverá a conocerte
un minuto más rápido de lo normal
mientras tocan los violines no completo un parpadeo
el siguiente se multiplica
y me permite vivir una vida entera
fallida y desgraciada
uno más que no llega ni a suspiro por la pérdida
el que va después es un año como un hombre rico
caminante sobre las brasas de la locura
cruza lo imposible de cruzar
las visiones son horribles, pero los pies deben volar
todo a la vez en el siguiente tramo del segundero asombroso
la vida junto a un hijo
un casamiento hasta las bodas de oro
y continúa la cadena imposible, inventada por todos
colocando con afán alguna cosa tras otra
así creamos el tiempo
y nos condenamos para siempre.
