llegar tarde a las horas perdidas
comer despacio por última vez
temer a las hormigas bajo tus pies
mover las estatuas inacabadas
triunfar en las mentiras propias
un encuentro furtivo sin remedio
comprar caro tu propio pellejo
llevar encima arena robada
mirar a lo largo de los vagones
un pensamiento lúcido al tropezar
dormir en medio de tormentas
rescatar naipes en el casino
correr detrás de los árboles
masticar la niebla de la duda
complicar aquello que es inútil
domesticar los vientos de un engaño
comprender la historia del derrumbe
una mancha de tinta,
en los dedos inocentes
ideas que caen por las escaleras,
desmadejadas