como madrugada contenida
un amanecer dispuesto
en sombras alargadas que huyen
una mirada fulminada por la intriga
permanece en los ojos
la retina tatuada con olor a quemado
su bóveda es un enorme manicomio
los locos gritan pegados a sus paredes
hay calles abandonadas aquí
hay espejos rotos
nadie camina por este lugar
sólo la incertidumbre puede transformar la ruina en presagio
imagen: museo reina sofía