un sólo rincón para sonreír
donde la vergüenza es reluciente
y exclama desconcierto
mientras literalmente,
el cuerpo se esclaviza sólo
empapándose de clavos
beber enormemente
pensar un insulto demasiado lejos
perpetuar la normalidad
al final, un diálogo tibio de despedida
con el tiempo negado