semejante a las noches
con una sensación de gigante incertidumbre
mientras siempre soñamos
inventamos telegramas nublados por la distancia
recuerdos que son piezas de barro
nos aguarda en los huesos una infancia borrosa
el olvido se la lleva a mordiscos
y lentamente agachamos la cabeza
al pensar junto a una ventana