como caimanes en el desenlace
ningún desliz geométrico
sin aristas que sean renuncia
ni arrepentimiento
los vapores indiferentes del olvido
convierten en sospecha el silencio
en la burla gentil que arrastra un incendio sin fuego
las súplicas son recuerdos
aunque se estén escuchando
son alegría estropeada
como beber agua de los charcos