para tenerlas siempre
guardar los leves mordiscos inmediatamente
en sobres sin remite
leer las arrugas de la cama deshecha
como una mancia que adivinara el pasado
tatuarnos las manchas húmedas aún en el colchón
como cicatrices de guerra
esculpir en mármol las formas imposibles de la cópula
como una maraña en movimiento
de todo el rito milenario