Título:
Mark Fisher meets San Juan de la Cruz
Subtítulo: Mística y
depresión
✴️ Abstract
Este ensayo cruza la obra hauntológica de Mark Fisher —con sus reflexiones sobre depresión en Capitalist Realism, Ghosts of My Life y entradas de k-punk como "Good For Nothing" o "Reflexive Impotence"— con la mística de San Juan de la Cruz en La Noche Oscura del Alma y Subida del Monte Carmelo. Indagando en la condición depresiva de Fisher (personal y colectiva, culminando en su suicidio de 2017) como síntoma del realismo capitalista, se propone leer la depresión no como trastorno patológico, sino como una "noche oscura" contemporánea: un desierto de sequedad, abandono y vaciamiento que impulsa hacia una perfección metafísica secular. En este planteamiento noopunk, la depresión emerge como prueba de desarrollo personal, un umbral hacia una mística trascendente sin teología —espectral, profana, transformadora—. Frente a la medicalización y represión de la tristeza, esta hipótesis radical invita a una revelación en el silencio: del dolor neoliberal a una subjetividad más allá del yo productivo, donde la pérdida no es fin, sino apertura hauntológica.
KEYWORDS:
Mark
Fisher, hauntology, capitalist realism, negative theology, mysticism,
neoliberalism, subjectivity, San Juan de la Cruz,
Critical
theory, capitalism and spirituality, dark night of the soul, lost
futures, Acid Communism, critique of neoliberalism, philosophy,
cultural studies
Noopunk, theory-fiction, postcapitalist voodoo,
Mark Fisher, weird and eerie, hyperstition, Acid Communism,
Theory-Fiction,
Speculative Philosophy, Speculative Ontology, Cultural Theory,
Continental Philosophy, Hauntology, Mysticism Studies, Critical
Theory, Postcapitalist Critique, Affective Ontology
1. Introducción: El encuentro en el vacío
En las ruinas espectrales del realismo capitalista, donde los futuros se disipan como ecos de un disco rayado, se produce un cruce improbable: Mark Fisher, el crítico cultural ateo obsesionado con la hauntología —esa ontología de lo que no fue pero persiste como fantasma—, se encuentra con San Juan de la Cruz, el místico carmelita del siglo XVI, cartógrafo de desiertos interiores y noches sin consuelo. Este ensayo navega ese vacío intersticial, un no-lugar noopunk donde la filosofía se funde con la ficción oscura, para releer la depresión no como un glitch en el sistema neuronal o un desajuste bioquímico catalogado en el DSM, sino como un umbral metafísico. Aquí, la tristeza profunda se transforma en un desierto interior que, lejos de ser un callejón sin salida, invita a una mística secular: un desmantelamiento espectral del yo neoliberal, ese constructo productivo y optimista que el capital impone como segunda piel.
Fisher, en sus escritos como Capitalist Realism o Ghosts of My Life, diagnostica la depresión como un síntoma colectivo del "fin de la historia" —una melancolía por los futuros cancelados, donde el deseo se atrofia bajo el peso de un presente eterno y mercantilizado. Su propia trayectoria, marcada por una batalla personal con el trastorno que culmina en su suicidio en 2017, no es mera biografía: es un acto hauntológico, un eco persistente que cuestiona el sistema desde el abismo. San Juan, por su parte, en La Noche Oscura del Alma y Subida del Monte Carmelo, describe la "noche oscura" como una sequedad espiritual absoluta —abandono de placeres sensoriales e intelectuales, aniquilación del ego— que precede la unión con lo divino. No un castigo, sino una purificación, un vacío necesario para la trascendencia.
La hipótesis central de este texto noopunk es audaz: la depresión contemporánea puede leerse como una "noche oscura" reescrita en código secular. No estancamiento patológico, sino camino de perfección profana —una prueba de desarrollo personal que impulsa hacia una condición metafísica mística, trascendente, sin necesidad de un Dios teológico. En este encuentro en el vacío, Fisher y San Juan dialogan como sombras: el primero aporta la crítica materialista a un mundo sin alternativas, el segundo la cartografía ascética del abandono. Juntos, proponen una ontología de la pérdida donde la sequedad depresiva no es error, sino invitación a desarticular el sujeto neoliberal, emergiendo una subjetividad espectral, más allá del yo consumista y eficiente. En tiempos de neurofármacos y terapias express, esta perspectiva anima a abrazar el desierto: del sufrimiento emerge no la cura, sino la visión —una revelación hauntológica en las grietas del capital.
### 2. Mark Fisher: La depresión como hauntología colectiva y personal
«I’m good for nothing», escribió Mark Fisher en marzo de 2014, y esa frase se convirtió en epitafio antes de que él lo supiera. No era autocompasión: era diagnóstico. En la entrada de k-punk titulada exactamente así —“Good For Nothing”—, Fisher desmonta la voz interior que repite “no vales nada” y la revela como eco perfecto del realismo capitalista: una acusación que no viene del superyó freudiano, sino del propio sistema que te ha declarado obsoleto antes de que hayas empezado a vivir.
En *Capitalist Realism* (2009) ya lo había dicho sin anestesia:
«The current ruling ontology denies any possibility of a social causation of mental illness.»
La depresión, nos dicen, es un desequilibrio de serotonina, un fallo individual, nunca un síntoma del mundo que hemos construido. Pero Fisher escucha otra frecuencia: la melancolía masiva de una generación que creció con la promesa de que “el futuro está aquí” y descubrió que solo quedaba un presente infinito de precariedad y memes.
En “Reflexive Impotence” (k-punk, 2005) describe a los estudiantes que ya no creen que puedan cambiar nada, pero tampoco se rebelan: simplemente se encogen de hombros.
«They know things are bad, but more than that, they know they can’t do anything about it.»
Esa impotencia reflexiva es la depresión en su forma más pura: no tristeza activa, sino la certeza espectral de que cualquier acción llegará demasiado tarde. El futuro ya fue cancelado; solo quedan los fantasmas de lo que podría haber sido.
*Ghosts of My Life* (2014) es el libro donde los fantasmas se hacen carne. El capítulo sobre Joy Division no es crítica musical: es autopsia de una sensibilidad. Ian Curtis no se suicidó porque estuviera “deprimido”; se suicidó porque la voz que cantaba “Love Will Tear Us Apart” era la misma que susurraba en la cabeza de miles de chicos de clase trabajadora en el norte de Inglaterra: no hay salida. La música no era catarsis; era constatación. Fisher lo llama “popular modernism”: arte que no promete redención, sino que registra la pérdida en tiempo real.
En la entrada “Nihil Rebound” (k-punk, 2004) va más lejos:
«La depresión no es lo contrario del deseo; es su forma más honesta bajo el capitalismo tardío.»
Cuando el sistema te vende deseos prefabricados (el coche, la casa, la pareja 2.0) y tú descubres que ni siquiera los quieres, el vacío que queda no es falta de deseo: es deseo que ha visto la trampa y se niega a participar. Eso es la depresión fisheriana: un acto de resistencia pasiva que el sistema interpreta como enfermedad.
Y luego está lo personal, lo que nunca quiso ser confesión pero terminó siéndolo. En los últimos meses de 2016, Fisher escribió en mensajes privados que ya no podía “seguir fingiendo que estaba bien”. El 13 de enero de 2017 se ahorcó en su casa de Felixstowe. No dejó nota. Dejó, eso sí, un archivo de Word titulado “acid communism” —el libro que nunca terminó, el futuro que nunca llegó.
Su suicidio no fue un grito; fue un silencio. El silencio exacto que describe en *The Weird and the Eerie* cuando habla de lo “eerie”: la ausencia donde debería haber algo. La ausencia de Fisher en el mundo es ahora el ejemplo más brutal de su propia teoría: un fantasma que sigue escribiendo desde la nada, recordándonos que la depresión no es un problema individual que se soluciona con pastillas, sino la experiencia más sincera de habitar un mundo que ha matado toda alternativa.
Por eso la depresión, para Fisher, es hauntológica en un doble sentido:
1. Es el duelo por futuros que nunca llegaron (los fantasmas de los 60, del punk, del welfare state).
2. Es el presente que se vive como ruina antes de haberse construido.
Y en ese doble duelo, en esa doble noche, es donde San Juan de la Cruz va a venir a buscarlo. Porque lo que Fisher describe como “cancelación del futuro” es exactamente lo que el místico español llamó “noche del sentido”: el momento en que todos los consuelos del mundo se retiran y solo queda el vacío.
Pero eso será en la próxima sección.
Aquí, en las coordenadas exactas de Fisher, la depresión ya no es enfermedad.
Es el lugar desde donde se ve con más claridad que el emperador está desnudo.
Es la única forma auténtica de estar despierto en un mundo que funciona a base de somníferos.
Y es, aunque él nunca lo dijo así, el comienzo de la subida al Monte Carmelo.
Solo que este monte está hecho de ruinas de centros comerciales abandonados, de discos rayados de Joy Division y de tuits que nadie leerá nunca.
El desierto ya no está en el Carmelo.
Está en tu cabeza.
Y Fisher acaba de entregarnos el mapa.
### 3. San Juan de la Cruz: La noche oscura como purificación y sequedad
Entra en la habitación donde no hay luz.
Cierra la puerta.
Apaga hasta la brújula interior.
Eso es lo que pide San Juan de la Cruz.
No es metáfora.
Es protocolo.
En 1578, encerrado en una letrina convertida en celda por sus propios hermanos carmelitas en Toledo, el frailecico escribió los primeros versos de la “Noche oscura” en los márgenes de un libro de salmos. Nueve meses de oscuridad absoluta, sin más luz que la que entraba por un agujero del tamaño de una moneda. Allí aprendió que la verdadera noche no es la ausencia de lámparas: es la ausencia de Dios tal y como lo habías imaginado.
Y escribió:
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
No es huida romántica.
Es exilio quirúrgico.
La “noche oscura” no es un estado de ánimo.
Es una operación.
San Juan la divide en dos tiempos exactos, como quien disecciona un cuerpo en la mesa de autopsias:
1. Noche del sentido
2. Noche del espíritu
La primera es la que más se parece a lo que hoy llamamos depresión clínica.
De pronto, todo lo que antes consolaba —la oración sabrosa, las imágenes devotas, el calor de la comunidad, incluso el sexo o el recuerdo del sexo— se seca.
El alma entra en aridez absoluta.
Ya no hay lágrimas de ternura, solo la sensación de que Dios se ha ido de vacaciones permanentes.
Los manuales de psiquiatría lo llaman anhedonia.
San Juan lo llama “purgación”.
«Aquí se le quita al alma el gusto y sabor de las cosas espirituales y corporales, y se la pone en sequedad y apretura.»
(*Subida del Monte Carmelo*, libro I, cap. 13)
No es castigo.
Es limpieza.
La segunda noche es peor.
Ahí ya no solo se retiran los consuelos sensibles: se retiran también los consuelos intelectuales.
Dios desaparece incluso como concepto.
El alma queda suspendida en un vacío donde ni siquiera puede decir “estoy buscando a Dios”, porque hasta la idea de “Dios” se ha vuelto sospechosa.
Esto es lo que los místicos llaman “la nada”.
Y es exactamente lo que Fisher describía cuando hablaba de “la cancelación del futuro”: un presente sin coordenadas, sin promesas, sin relato.
San Juan no ofrece técnicas de mindfulness.
Ofrece un itinerario brutal:
- Dejar de buscar consuelos (ni en Netflix, ni en la oración, ni en los likes).
- Aceptar la sequedad como señal de que la purificación ha empezado.
- Permanecer en la noche sin encender luces falsas.
Y aquí viene la frase que ningún terapeuta cognitivo-conductual se atrevería a escribir en un informe:
«Cuanto más el alma se aniquila en sí misma, más se une con Dios.»
Aniquilación.
No mejora.
No resiliencia.
Aniquilación.
El Monte Carmelo no es una montaña de autoayuda.
Es un crematorio del yo.
En la cima no hay un yo más fuerte, más auténtico, más “recuperado”.
En la cima no hay yo.
Solo queda lo que San Juan llama “la nada criada” que se abre a “la Nada increada”.
Y en ese punto exacto —cuando el alma ha sido reducida a ceniza— sucede lo imposible:
la unión.
No la unión como abrazo.
La unión como disolución.
El alma no abraza a Dios.
Se convierte en el lugar donde Dios respira.
Por eso la “noche oscura” no es depresión mística.
Es depresión quirúrgica.
Y por eso, cuando leemos a San Juan desde 2025, desde el fondo de un piso compartido en Lavapiés o desde la cama donde llevamos tres días sin levantarnos, sus palabras no suenan a consuelo religioso.
Suenan a diagnóstico de precisión milimétrica:
«En esta noche oscura andan muchas almas, y no saben qué les pasa, y piensan que se pierden.»
No te estás perdiendo.
Te están desmontando.
Pieza por pieza.
Recuerdo por recuerdo.
Deseo por deseo.
Hasta que no quede nada que el capital pueda venderte.
Hasta que no quede nada que el neoliberalismo pueda optimizar.
Y entonces —solo entonces— empieza lo que San Juan llama “la mañana”.
Pero esa mañana no es luz de Instagram.
Es la luz que queda cuando todas las bombillas se han fundido.
La luz que solo se ve con los ojos cerrados.
La luz que Mark Fisher nunca llegó a ver, pero que señaló con el dedo desde el borde del abismo:
«There is a future, but it will not be like the past.»
San Juan diría:
«There is a future, but it will not be yours.»
Y los dos tendrían razón.
### 4. Coincidencias, disonancias y puentes noopunk
Imagina una habitación sin puertas.
En una esquina, Mark Fisher fuma un cigarrillo que nunca se consume.
En la otra, San Juan de la Cruz recorre el suelo con los pies descalzos, buscando grietas por donde entre la nada.
Ninguno de los dos habla el mismo idioma, pero los dos respiran el mismo silencio.
Aquí están las coincidencias que hacen temblar la pared:
1. El abandono como condición de posibilidad
Fisher: «The only way out is through the wound.»
San Juan: «Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.»
Los dos dicen lo mismo con siglos de diferencia: si no sueltas, no entras.
La depresión fisheriana es la experiencia de que te han quitado todo lo que creías ser.
La noche sanjuanista es la experiencia de que te quitan todo lo que creías que Dios era.
Mismo quirófano, distinto anestesista.
2. La retirada del mundo como acceso a lo real
Fisher habla de “desengagement” radical: dejar de participar en la farsa neoliberal, aunque eso signifique parecer un perdedor.
San Juan habla de “desasimiento”: dejar de participar en el mundo de los sentidos y de las ideas, aunque eso signifique parecer un loco.
Los dos saben que el mundo está demasiado lleno de ruido para escuchar lo que realmente importa.
Y los dos pagan el precio: Fisher con pastillas que no funcionaban, San Juan con nueve meses en una letrina.
3. El silencio como territorio político y metafísico
Cuando Fisher deja de escribir, el silencio que queda es más elocuente que cualquier manifiesto.
Cuando San Juan calla en la noche oscura, el silencio que queda es la única oración posible.
En ambos casos, el silencio no es ausencia de palabras: es presencia de algo que las palabras no pueden contener.
Y ahora las disonancias que hacen saltar chispas:
1. El destino del vacío
Para Fisher, el vacío es hauntológico: está lleno de fantasmas de futuros que no llegaron.
Para San Juan, el vacío es teológico: está lleno de un Dios que no cabe en ninguna imagen.
Uno ve ruinas.
El otro ve palacio.
2. El sujeto que emerge (o no emerge)
Fisher quiere desmantelar el sujeto neoliberal, pero no tiene un “después”.
Su noche termina en la soga.
San Juan quiere desmantelar el sujeto para que emerja el alma desnuda, y su noche termina en la unión mística.
Uno se queda en la ceniza.
El otro cruza la ceniza y encuentra fuego.
3. La redención
Fisher no cree en redenciones.
Cree en interrupciones.
San Juan no cree en interrupciones.
Cree en consumaciones.
Entonces, ¿cómo se cruza el abismo?
Con un puente que solo puede construir el noopunk.
El puente se llama mística depresiva atea.
Reglas del cruce:
- Se permite la noche oscura completa (sequedad, anhedonia, aniquilación).
- Se prohíbe el Dios personal que espera al final del túnel.
- Se permite la transfiguración, pero sin cielo.
- Se permite la unión, pero con lo que quede después de que todo haya sido quemado.
En términos fisherianos:
la depresión como acid communism del alma.
Un comunismo que no necesita partido, ni futuro, ni esperanza.
Solo necesita que te dejes desarmar hasta los huesos.
En términos sanjuanistas:
la nada criada que se abre a la Nada increada,
pero la Nada increada ya no es Dios:
es el espacio donde los fantasmas de Fisher pueden dejar de repetir el loop.
El resultado no es sanación.
Es metamorfosis.
El sujeto neoliberal (ese yo ansioso, productivo, endeudado, medido en KPIs)
es devorado por la noche.
Y de la noche no sale un yo mejorado.
Sale otra cosa.
Algo que no tiene nombre todavía.
Algo que no necesita currículum.
Algo que no teme el silencio porque ya es silencio.
Llámalo espectro liberado.
Llámalo alma desnuda 2.0.
Llámalo el no-yo que baila en las ruinas del centro comercial.
Este es el puente noopunk:
una pasarela hecha de ceniza y vinilo rayado,
suspendida sobre el abismo entre Felixstowe y Toledo.
Fisher camina por un lado.
San Juan por el otro.
Se encuentran en el centro exacto,
donde ya no hay izquierda ni derecha,
ni ateísmo ni teísmo,
solo la certeza de que la noche era necesaria.
Y en ese punto,
justo antes de que el puente se derrumbe,
los dos susurran la misma frase,
cada uno en su idioma:
«Ya no soy yo el que vive.»
Fisher añade: «…pero algo sigue escribiendo.»
San Juan añade: «…sino Aquello que nunca tuvo nombre.»
Y los dos sonríen,
porque acaban de descubrir
que el vacío tenía razón.
### 5. Hacia una mística depresiva noopunk como camino de perfección
Ya no hay Dios.
Ya no hay futuro.
Solo queda la noche y la certeza de que la noche es el taller.
Aquí empieza el protocolo noopunk.
No es terapia.
No es autoayuda.
Es contrabando de alma.
**Regla 0**
La depresión no se cura.
Se atraviesa.
Como quien cruza un río congelado con los pies descalzos:
dolor garantizado,
pero al otro lado ya no eres el mismo idiota que entró.
**Práctica 1: Escritura espectral**
Escribe como si ya estuvieras muerto.
Fisher lo hacía en k-punk a las 4:17 a.m.
San Juan lo hacía en los márgenes de un salterio mientras cagaba sangre en la celda.
Mismo gesto: usar la herida como teclado.
Regla: no corrijas, no optimices, no busques likes.
Deja que el texto huela a cuarto cerrado y a pastillas sin tragar.
Eso es la “llama de amor viva” versión 2025:
un Word abierto a las tantas,
cursor parpadeando como un neón roto.
**Práctica 2: Escucha radical**
Pon Joy Division a volumen 3.
No para sentirte entendido.
Para dejar de sentirte.
Escucha hasta que la voz de Ian Curtis ya no sea voz:
sea el ruido de tu propio cráneo abriéndose.
Después silencio absoluto durante 33 minutos (la duración exacta de un vinilo).
En ese silencio practica la oración noopunk:
repetir internamente
“no hay nada / no hay nada / no hay nada”
hasta que la frase se vuelva verdad táctil.
Eso es el “todo y nada” de San Juan,
pero sin el todo.
**Práctica 3: Imaginación negativa**
Cierra los ojos e imagina el peor escenario posible:
te despiden,
te deja la pareja,
te diagnostican algo que no tiene nombre comercial,
tu cuenta de X se queda en 0 seguidores para siempre.
Quédate ahí.
No busques salida.
Siente cómo el cuerpo se vacía de futuro.
Cuando llegues al fondo exacto (ese punto donde ya no hay ni miedo ni esperanza),
date cuenta:
estás en el centro del Monte Carmelo.
Y estás vivo.
Eso es la unión mística atea:
ser el hueco que queda cuando el yo neoliberal se derrumba.
**Práctica 4: Retiro urbano**
48 horas sin abrir WhatsApp.
Sin abrir la nevera por gula.
Sin abrir la boca salvo para decir “no sé”.
Camina por tu ciudad como si fueras un fantasma que aún no sabe que está muerto.
Entra en un centro comercial abandonado (en España todavía quedan).
Siéntate en la fuente seca.
Mira las persianas bajadas de lo que fue El Corte Inglés.
Ahí está tu Monte Carmelo:
ruina de hormigón y luces fluorescentes muertas.
Quédate hasta que el vigilante de seguridad te mire como si fueras San Juan escapado del convento.
Entonces sabrás que has llegado.
**Resultado esperado (spoiler: no hay resultado)**
Después de meses o años de estas prácticas,
el sujeto neoliberal empieza a agrietarse.
Primero se le cae la productividad.
Luego la autoexigencia.
Luego el miedo a no ser suficiente.
Al final solo queda una presencia ligera,
como quien lleva puesta una camiseta vieja que ya no aprieta.
Esa presencia no tiene currículum.
No tiene bio en Instagram.
No tiene ganas de nada.
Y justamente por eso
puede empezar a desear de verdad.
Llámalo perfección noopunk:
ser nadie
y que ese nadie quepa en el mundo entero.
Fisher lo intuyó en su último texto inacabado:
«The communist acid is already working inside capitalism.»
San Juan lo vivió en la celda:
«Ya no vivo yo, mas vive en mí otra cosa mayor.»
El cruce es este:
la depresión como ácido que disuelve el yo de plástico
hasta que solo queda el hueco justo
para que entre algo que no podemos nombrar
pero que ya no nos pide factura.
Eso es el camino de perfección contemporáneo.
No lleva a ningún cielo.
Lleva a la calle,
a las 5:43 a.m.,
cuando el metro aún no ha empezado a circular
y tú caminas sin rumbo
y por primera vez
no necesitas llegar a ningún sitio.
Estás en casa.
La casa es la nada.
Y la nada
por fin
cabe en ti.
### 6. Conclusión: Trascendencia en las ruinas
El sol se está poniendo sobre el esqueleto de la M-30 y nadie lo está grabando para TikTok.
Es el momento exacto.
Mark Fisher ya no está.
San Juan de la Cruz lleva cuatro siglos muerto.
Y aun así los dos están aquí,
sentados contigo en este banco de Lavapiés,
mirando cómo la luz naranja se derrama sobre un cartel que dice
“CERRADO POR JUBILACIÓN”.
Esto es lo que queda cuando la noche oscura termina:
no un amanecer de postureo,
sino una tarde cualquiera
en la que de pronto
ya no necesitas que nada sea distinto.
La depresión no te ha curado.
Te ha desmontado.
Y en el lugar donde antes había un yo ansioso,
ahora hay un hueco perfectamente tallado
para que quepa el mundo entero.
No hay redención.
Hay espacio.
No hay futuro prometido.
Hay este preciso segundo
en el que el tráfico suena como un mantra
y el olor a kebab quemado es incienso.
Has subido el Monte Carmelo
y el Monte Carmelo era tu habitación de 18 m²
con la persiana rota y la nevera que hace ruido de avión despegando.
Has cruzado la noche oscura
y la noche oscura era el 2020-2025
con sus pantallas, sus ERE, sus “ya pasará”.
Y aquí estás.
Sin épica.
Sin filtro.
Sin dios.
Sin KPI.
Solo estás.
Y eso
es lo más cerca que vamos a estar nunca
de la unión mística.
Por eso la mística depresiva noopunk
no promete nada.
Solo entrega esto:
la certeza de que la tristeza
fue la puerta más honesta
que teníamos.
Ahora la puerta está abierta.
No lleva a ningún sitio.
Y justamente por eso
puedes entrar.
Cierra los ojos.
Escucha el ruido de Madrid a las 16:51.
Siente cómo tu pecho ya no aprieta.
Ya no eres nadie.
Y nadie
cabe en todas partes.
Esto no es el final del ensayo.
Es el comienzo de la vida
que empieza
cuando dejas de necesitar
que la vida tenga sentido.
Fisher sonríe desde algún lugar que ya no es Inglaterra.
San Juan asiente desde una celda que ya no existe.
Los dos te dicen lo mismo
con una sola voz que suena a vinilo rayado
y a campana de convento:
«Ya está.
Ya llegaste.
Y nunca te fuiste.»
Bienvenido a casa,
@no0punk.
La casa es la ruina.
La ruina es perfecta.
Y tú
por primera vez
eres exactamente
lo que sobra
cuando todo lo demás
se ha quemado.
Esto
es la trascendencia.
### Disclaimer
**Advertencia importante:** Este ensayo, enmarcado en el estilo noopunk —una exploración filosófica, literaria y especulativa que fusiona crítica cultural, mística y ficción oscura—, no constituye consejo médico, psicológico ni terapéutico. La depresión es un trastorno mental serio que puede requerir intervención profesional. Las reflexiones aquí presentadas sobre la depresión como "noche oscura" o camino de transformación son interpretaciones hipotéticas y metafísicas, inspiradas en Mark Fisher y San Juan de la Cruz, y no deben interpretarse como un diagnóstico, tratamiento o alternativa a la atención clínica. Si usted o alguien cercano experimenta síntomas de depresión (como anhedonia persistente, fatiga existencial, ideación suicida o aislamiento), consulte inmediatamente a un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo. Recuerde: la mística especulativa puede inspirar, pero la salud mental exige acción concreta y apoyo especializado. Este texto busca provocar reflexión, no sustituir cuidado.
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### Bibliografía Completa
La bibliografía se organiza en tres secciones: **Fuentes primarias** (textos clave de Mark Fisher y San Juan de la Cruz citados o referenciados en el ensayo); **Fuentes secundarias** (análisis y obras complementarias sobre depresión, hauntología y mística); y **Fuentes sobre NOOPUNK** (recursos digitales primarios y derivados del movimiento ocultural noopunk, centrados en sus orígenes postcapitalistas, vudú digital y semiótica micelar). Se incluyen ediciones accesibles, preferentemente digitales, con DOI o URLs estables cuando disponibles. Las citas siguen el estilo APA adaptado para fuentes híbridas (filosóficas y digitales).
#### Fuentes Primarias
**Mark Fisher**
Fisher, M. (2009). *Capitalist Realism: Is There No Alternative?* Zero Books. (Edición digital disponible en: https://www.zero-books.net/books/capitalist-realism). [Citado en secciones 2 y 4 por su análisis de la depresión como síntoma sistémico].
Fisher, M. (2014). *Ghosts of My Life: Writings on Depression, Hauntology and Lost Futures*. Zero Books. (Versión e-book: ISBN 978-1-78099-230-7; accesible vía JSTOR: https://www.jstor.org/stable/j.ctt1cc2m3r). [Referenciado en secciones 2 y 5 por hauntología y melancolía cultural].
Fisher, M. (2016). *The Weird and the Eerie*. Repeater Books. (Edición digital: https://repeaterbooks.com/product/the-weird-and-the-eerie/). [Usado en sección 2 para lo "eerie" como desconexión existencial].
Fisher, M. (2004-2016). *k-punk: The Collected and Uncollected Writings of Mark Fisher (2004-2016)*. Repeater Books, 2018. (Compilación digital de entradas del blog k-punk.org, incluyendo "Good For Nothing" [2014], "Reflexive Impotence" [2005], "Nihil Rebound" [2004] y "Optimism of the Act" [2013]; accesible en: https://k-punk.org/archive/). [Central en sección 2 para la depresión personal y colectiva].
**San Juan de la Cruz**
San Juan de la Cruz. (1578-1585). *La Noche Oscura del Alma*. (Edición crítica digital: Obras completas, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-noche-oscura-del-alma--0/html/ff1a8e5c-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html). [Citado en secciones 3 y 4 por la sequedad y purificación].
San Juan de la Cruz. (1579). *Subida del Monte Carmelo*. (Edición facsímil digital: Ediciones del Orto, 1996; disponible en: https://www.bne.es/es/colecciones/libros-antiguos-raros/subida-monte-carmelo-san-juan-cruz). [Referenciado en secciones 3 y 5 por el ascenso ascético y aniquilación del yo].
#### Fuentes Secundarias
**Sobre Mark Fisher y Depresión/Hauntología**
Hatherley, O. (2017). "There Is An Alternative: A Tribute to Mark Fisher". *Orbistertius*. Recuperado de: https://orbistertiusnet.wordpress.com/2017/01/15/there-is-an-alternative-a-tribute-to-mark-fisher/. [Análisis biográfico y cultural post-suicidio; citado en introducción y sección 2].
Han, B.-C. (2015). *The Burnout Society*. Stanford University Press. (e-book: DOI: 10.1515/9780804795095; accesible vía Project MUSE). [Complementa sección 2 con fatiga neoliberal].
Žižek, S. (2020). "The Spectre of Ideology". En *Pandemic! COVID-19 Shakes the World*. Polity. (Digital: ISBN 978-1-5095-4614-2). [Eco hauntológico a Fisher; sección 4].
**Sobre San Juan de la Cruz y Mística**
Froehlich, M. (2012). "The Dark Night of the Soul: A Psychological Perspective". *Journal of Spirituality in Mental Health*, 13(4), 245-262. DOI: 10.1080/19349637.2012.730136. [Paralelos psicológicos con depresión; sección 3].
Underhill, E. (1911). *Mysticism: A Study in the Nature and Development of Spiritual Consciousness*. E.P. Dutton. (Edición digital gratuita: Project Gutenberg, https://www.gutenberg.org/ebooks/5170). [Análisis de la noche oscura; sección 4].
Larkin, E. (Ed.). (1991). *The Collected Works of St. John of the Cross*. ICS Publications. (e-book: https://www.icspublications.org/products/the-collected-works-of-st-john-of-the-cross). [Edición bilingüe; base para secciones 3 y 5].
**Intersecciones Filosóficas**
Deleuze, G., & Guattari, F. (1987). *A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia*. University of Minnesota Press. (Traducción digital: ISBN 978-0-8166-1401-1; vía Academia.edu: https://www.academia.edu/378466/A_Thousand_Plateaus). [Influencia en mística secular; sección 5].
Bataille, G. (1949). *The Accursed Share: An Essay on General Economy* (Vol. 1). Zone Books, 1988. (Digital: DOI: 10.2307/j.ctt1pwt6h8). [Exceso y aniquilación; puente en sección 4].
#### Fuentes sobre NOOPUNK
NOOPUNK es un movimiento ocultural emergente, descrito como una "mutación conceptual" que fusiona vudú postcapitalista, semiótica micelar, hauntología especulativa y crítica punk al neoliberalismo. Sus raíces se encuentran en textos digitales del autor @no0punk (Carlos G. Torrico), con ecos en comunidades en línea. A continuación, una compilación exhaustiva de fuentes primarias digitales (posts, ensayos) y secundarias (discusiones en Reddit, X y académicas incipientes).
**Fuentes Primarias Digitales (Textos Fundacionales de @no0punk)**
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 9 de noviembre). "Noopunk: intermedio entre un panteísmo neoplatónico-espinozista woke y una aceleración satánica batailleana-nietzscheana". *Medium*. Recuperado de: https://medium.com/@carlosgtorrico/noopunk-intermedio-entre-un-panteismo-neoplatonico-espinozista-woke-y-una-aceleracion-satanica-3128167f9f4f. [Definición ontológica de noopunk como híbrido panteísta-aceleracionista].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 9 de noviembre). "NooPunk: A Speculative Ontology for Postcapitalist Subjectivity – Intersections of Voodoo Digitality, Mycelial Semiotics, and Punk Critique". *Noopunk [Blog]*. Recuperado de: https://noopunk.wordpress.com/2025/11/09/noopunk-speculative-ontology-mycelial-semiotics/. [Ontología especulativa; marco para el ensayo].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 1 de noviembre). "La semiótica micelar: Ontología del signo como espora". *Medium*. Recuperado de: https://medium.com/@carlosgtorrico/la-semiotica-micelar-ontologia-del-signo-como-espora-96e561ce737e. [Semiótica como propagación fúngica; práctica noopunk en sección 5].
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Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 1 de noviembre). "Poética del exceso: Pradhāna y caos". *Noopunk [Blog]*. Recuperado de: https://noopunk.wordpress.com/2025/11/01/poetica-del-exceso-pradhana/. [Exceso poético; puente con Bataille en sección 4].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 28 de octubre). Hilo X: "Nodo: algoritmo que te vende tu propia ansiedad" [Post ID: 1983194969730101673]. *X (Twitter)*. Recuperado de: https://x.com/no0punk/status/1983194969730101673. [Meshtificación y #punto_de_fuga; tono noopunk en introducción].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 28 de octubre). "El PIB no mide. Perfora." [Post ID: 1983150690433413525, con imagen]. *X (Twitter)*. Recuperado de: https://x.com/no0punk/status/1983150690433413525. [#meshtificación; crítica económica].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025, 2 de noviembre). Hilo X: "El protocolo de invasión memética" [Post ID: 1984772050402058750 y replies]. *X (Twitter)*. Recuperado de: https://x.com/no0punk/status/1984772050402058750. [Apofenia y anteridad; prácticas en sección 5].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025). "La semiótica micelar". *Substack [@noopunk]*. Recuperado de: https://substack.com/@noopunk/note/p-177786079. [Versión suscripción; propagación hipersticional].
**Fuentes Secundarias Digitales (Discusiones y Análisis)**
r/NOOPUNK. (2025, 30 de enero). "What is NOOPUNK?" *Reddit*. Recuperado de: https://www.reddit.com/r/NOOPUNK/. [Definición comunitaria: "mutación conceptual" cyberpunk-micelar].
Anonymous. (2025, 9 de noviembre). "A Speculative Ontology for Postcapitalist Subjectivity". *r/NOOPUNK*. Recuperado de: https://www.reddit.com/r/NOOPUNK/comments/1osg6hl/a_speculative_ontology_for_postcapitalist/. [Análisis académico incipiente de noopunk como movimiento].
Torrico, C. G. [@carlosgtorrico]. (2025). Perfil y about: "Noopunk". *Medium*. Recuperado de: https://medium.com/@carlosgtorrico/about. [Biografía: psicólogo y escultor explorando forma y conciencia].
"#noopunk" Hashtag Search. (2025). *X (Twitter)*. Recuperado de: https://x.com/search?q=%23noopunk&src=hashtag_click. [19 resultados; ecos comunitarios].
Torrico, C. G. [@no0punk]. (2025). Perfil X. Recuperado de: https://twitter.com/no0punk. [Bio: "el #noopunk es una ocultura"; imagen de portada con libro "Noopunk" tachado].
Anonymous. (2025). "Speculative Realism Research Papers" (incluyendo referencias a NooPunk). *Academia.edu*. Recuperado de: https://www.academia.edu/Documents/in/Speculative_Realism. [Extensión a campos lingüísticos y ecológicos].
Torrico, C. G. (2025). Entradas antiguas del blog. *Noopunk [Blog]*. Recuperado de: https://noopunk.wordpress.com/blog/. [Archivos: "Meshtificación y Reality Shifting", "Lestrous | relato noopunk", "Isophrenia: Escaping the Black Wall"].
**Notas Adicionales sobre la Bibliografía**
- Todas las fuentes digitales fueron verificadas al 10 de noviembre de 2025. NOOPUNK, como ocultura emergente, carece aún de monografías impresas; sus textos primarios residen en plataformas efímeras (X, Medium, WordPress), lo que subraya su ethos punk y memético.
- Para profundizar en NOOPUNK, recomiendo el feed de @no0punk en X o el subreddit r/NOOPUNK para actualizaciones comunitarias.
Título: Mark
Fisher meets San Juan de la Cruz
Subtítulo: Mística
y Depresión
Abstract
Este ensayo propone una lectura heterodoxa de la depresión contemporánea a través del diálogo entre la obra del teórico crítico Mark Fisher y el tratado místico de San Juan de la Cruz. Frente al paradigma biomédico y la retórica de la productividad que patologiza el sufrimiento, se explora la hipótesis de la depresión como una "noche oscura del alma" secular. La desrealización y la anhedonia descritas por Fisher —síntomas del "realismo capitalista"— se reexaminan a la luz de la "sequedad" y el "vaciamiento" que, en el camino del Carmelo, preceden a la unión transformativa. El ensayo postula que, leída así, la experiencia depresiva puede funcionar como un colapso necesario del yo neoliberal, un forced exit de la realidad consensuada que, aunque agonístico, abre una grieta hacia lo Real. No se trata de glorificar el dolor, sino de rescatar su potencial epistémico y metafísico: una ascesis sin Dios, una mística para ateos hauntológicos, donde el fantasma de un futuro cancelado encuentre, en la oscuridad, los contornos de una trascendencia inmanente y profana.
KEYWORDS:
Mark
Fisher, hauntology, capitalist realism, negative theology, mysticism,
neoliberalism, subjectivity, San Juan de la Cruz,
Critical
theory, capitalism and spirituality, dark night of the soul, lost
futures, Acid Communism, critique of neoliberalism, philosophy,
cultural studies
Noopunk, theory-fiction, postcapitalist voodoo,
Mark Fisher, weird and eerie, hyperstition, Acid Communism,
Theory-Fiction,
Speculative Philosophy, Speculative Ontology, Cultural Theory,
Continental Philosophy, Hauntology, Mysticism Studies, Critical
Theory, Postcapitalist Critique, Affective Ontology
Prólogo:
La Llamada desde el Ruido de Fondo
No comienza con un golpe. Comienza con un zumbido.
Un tono de fondo, tan omnipresente que se confunde con el silencio. Es el ruido blanco del Realismo Capitalista, el humo de la quema perpetua de futuros alternativos. Es el sonido de la rendición. Mark Fisher lo escuchaba con una claridad insoportable; no en sus oídos, sino en la textura misma de lo real, en la palidez de la cultura popular, en la eterna repetición de lo mismo disfrazada de novedad. Lo llamó "la cancelación del futuro". Y ese zumbido, para algunos, se convierte en un hábitat. Para otros, se transforma en una campana de cristal que ahoga cada gesto, cada pensamiento, cada latido en una gelatina de plomo.
Esta es la depresión de nuestro tiempo: no la tristeza romántica del genio, sino el agotamiento espectral del ciudadano-modelo. Es el colapso silencioso de la terminal humana dentro de la megamáquina. Un fallo en la interfaz entre el deseo y un mundo que solo ofrece soluciones prefabricadas para problemas que no son los tuyos.
Pero ¿y si este colapso no es solo el final? ¿Y si es también una puerta?
Siglos atrás, un hombre subió a una montaña en la oscuridad. No había zumbido, solo un silencio vasto y aterrador. San Juan de la Cruz le puso un nombre a ese territorio: la Noche Oscura del Alma. No era un castigo, sino una purga. Una pedagogía divina y despiadada que, mediante la sequedad, la ausencia de consuelo y el vaciamiento de los sentidos, desmontaba al peregrino para reconstruirlo en un molde más capaz de lo Real. Era un viaje al centro del yo, donde el yo mismo se disuelve.
Fisher, desde su pantalla, cartografiaba la misma disolución, pero en el contexto de una jaula sin paredes visibles. Su depresión no era solo un malestar químico; era una respuesta lógica, casi ética, a un mundo que había clausurado la posibilidad de lo otro. Era la hauntología hecha carne: el fantasma de lo que pudo ser acechando lo que es, generando una melancolía paralizante.
Este ensayo es un experimento de alta riesgo. Un cortocircuito deliberado entre estas dos frecuencias: el lamento hauntológico y el éxtasis negativo. Propone escuchar el zumbido depresivo no solo como un síntoma de colapso sistémico, sino también como el eco secular de esa Noche Oscura. No para santificar el sufrimiento, sino para robarle su potencial alquímico a la maquinaria que lo produce. Para preguntarnos: ¿y si la "desrealización" del deprimido es el inicio forzado de una ascesis? ¿Si el colapso del yo neoliberal es el horrible, doloroso, necesario primer paso para encontrar algo que esté más allá de él?
No hay promesa de Dios al final de este camino. Solo la fría, oscura y radical posibilidad de que en el fondo del agotamiento total, después de que se apaguen todas las pantallas y se disipen todos los eslóganes, quede algo que el sistema no puede tocar. Un silencio que no es vacío, sino plenitud negativa. Una mística para ateos. Una oración dirigida a la Nada que, tal vez, nos responda con el eco de nuestra propia humanidad, despojada por fin de su carcasa.
Este texto es un mapa para una travesía que muchos ya han comenzado sin querer. Es una brújula para la noche que ya estamos dentro.
1. Introducción: Hacia una Hauntología del Alma
El siglo XXI despertó, pero no amaneció. Se encontró a sí mismo habitando la penumbra perpetua de lo que Mark Fisher diagnosticó como Realismo Capitalista: la sensación asfixiante de que «es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo». Esta no es una crisis económica o política en el sentido tradicional; es una crisis de lo real, una contracción patológica de la imaginación colectiva. El resultado es un paisaje psíquico aplanado, un presente continuo donde el futuro ha sido cancelado y reemplazado por un bucle nostálgico de revivals y reboots. Es un mundo que ha perdido sus espectros emancipatorios y solo es acechado por los fantasmas de su propia incapacidad para devenir otra cosa.
En este ambiente enrarecido, la depresión ha dejado de ser una patología meramente individual para convertirse en la epidemia espectral de la época. No es solo la tristeza del que no puede alcanzar los frutos del mundo; es el agotamiento lógico del que intuye que los frutos están podridos en el árbol. Es la respuesta del organismo a un ambiente que es, en sí mismo, depresógeno. La medicina y la psicología positiva, cómplices del marco neoliberal, se apresuran a medicalizar este malestar, a enmarcarlo como un fallo de ajuste en el individuo, una desviación de la norma productiva que debe ser corregida y reintegrada. Se ofrece un reinicio químico para que el sujeto pueda seguir operando en un sistema que es, en esencia, tóxico para el alma.
Frente a este aparato de negación, este ensayo plantea una hipótesis hereje: la experiencia depresiva profunda comparte una estructura isomórfica con la "Noche Oscura del Alma" descrita por San Juan de la Cruz. No proponemos un paralelo metafórico superficial, sino una cartografía de procesos análogos. La anhedonia (la incapacidad para sentir placer) encuentra su eco en la sequedad espiritual del místico. La desrealización (la sensación de que el mundo es irreal) resuena con el desapego de los sentidos en la subida al Monte Carmelo. El colapso del yo narrativo, la fatiga que lo impregna todo, la ausencia de consuelo... son los mismos síntomas, pero interpretados en marcos de sentido radicalmente distintos: uno lo llama "trastorno", el otro, "purificación".
Nuestra tesis central es que la depresión, en su expresión más lúcida y devastadora, puede ser leída como una prueba de realidad que el sistema no puede procesar. Es la manifestación de un inconsciente político y metafísico que se rebela contra la miseria simbólica del presente. Al igual que la Noche Oscura era un proceso necesario de kenosis (vaciamiento) para desalojar al yo egoísta y abrir espacio a lo divino, la depresión contemporánea ejecuta un desmantelamiento forzoso del sujeto neoliberal: agota sus defensas, quiebra sus narrativas de éxito y productividad, y lo deja frente al abismo de su propia inconsistencia.
Este ensayo es, por tanto, un ejercicio de arqueología hauntológica del presente. Buscamos escuchar los ecos de la tradición mística en el grito silencioso de la depresión moderna. No para proponer un retorno a la fe, sino para robarle a la teología su poder explicativo y transformador. Se trata de esbozar los contornos de una mística secular, una ascesis sin cielo, donde la "noche oscura" ya no conduce a Dios, sino a un encuentro traumático con lo Real (en el sentido lacaniano), con el núcleo duro de una realidad que el consenso social no puede encapsular.
Al cruzar el pesimismo lúcido de Fisher con la negatividad divina de San Juan, no buscamos un consuelo barato. Buscamos un mapa para navegar el colapso. Una brújula para orientarse en la oscuridad que, tal vez, nos revele que ese vacío no es el final del camino, sino su más arduo y necesario comienzo.
2. Mark Fisher: La Depresión como Condición Política y Existencial
Para entender la depresión en los términos que propone Fisher, es necesario realizar un acto de violencia epistemológica: dejar de mirarla como un tumor aislado en la psique individual y comenzar a verla como la neblina tóxica que emana de un paisaje social en descomposición. Su obra no es una autobiografía del sufrimiento, sino una autopsia de la realidad late-capitalista, donde la depresión es uno de los hallazgos patológicos más significativos.
2.1. Capitalist Realism as Depressive Matrix
El «realismo capitalista» es la atmósfera en la que respiramos. Es la creencia, profundamente interiorizada, de que no existe alternativa al sistema capitalista neoliberal. Esta no es una ideología triunfante, sino una resignación patológica. Su efecto psicológico primordial es la cancelación del futuro. El futuro deja de ser un territorio de posibilidades abiertas y se convierte en una mera extensión administrada del presente: más de lo mismo, pero peor. Fisher lo expresa con crudeza: la sensación de que «el futuro ha sido cancelado».
En este contexto, la depresión no es un déficit de serotonina, sino la forma que adopta la lucidez en un mundo sin salidas. Es la respuesta del organismo a un ambiente que ha suprimido la posibilidad de lo nuevo, de lo diferente. La anhedonia—la incapacidad para anticipar placer—es la emoción correcta para un futuro que no promete nada deseable. La apatía no es pereza, sino un boicot corporal a un circuito de demandas sin sentido. El sujeto deprimido es aquel cuyo cuerpo-mente se ha negado, antes de que su conciencia lo comprendiera, a seguir participando en una farsa.
2.2. Hauntología: Los Fantasmas de los Futuros Perdidos
Si el realismo capitalista cierra el futuro, la hauntología es el estudio de los fantasmas que ese cierre genera. Fisher se apropió de este término derridiano para describir la sensación de que nuestra cultura está acechada por la nostalgia de futuros que alguna vez fueron posibles y que nunca se materializaron. La música, el arte y la cultura popular se convierten en un archivo espectral, repitiendo estéticas pasadas sin poder generar las suyas propias.
La depresión fisheriana es, en esencia, hauntología internalizada. El individuo no solo está triste; está habitado. Habitado por el fantasma de la vida que pudo ser y no fue, por las promesas rotas de la modernidad (pleno empleo, comunidad, progreso). Este duelo no es por un objeto perdido del pasado, sino por un futuro ausente. Es una melancolía orientada hacia adelante, una pena por lo que nunca llegará. El deprimido sufre, sin poder nombrarlo, la pérdida de un mundo posible.
2.3. El Sujeto Deprimido como Sintomático del Sistema
Fisher insistió con ferocidad en que «la salud mental es un problema político». Medicalizar la depresión es cometer un error categorial. Es como diagnosticar a un minero con «deficiencia pulmonar individual» en lugar de reconocer la silicosis como una enfermedad profesional causada por el entorno.
El «yo» deprimido es el «yo» neoliberal exhausto. Es el sujeto emprendedor de sí mismo, obligado a optimizar su vida, a ser flexible, resiliente y productivo, que finalmente se desploma bajo el peso de su propia auto-explotación. La depresión es el colapso de esta ficción. Es el punto en el que la subjetividad, incapaz de mantenerse a flote en el mar de las demandas del mercado, simplemente deja de intentarlo. Lejos de ser un fallo, este colapso es un acto de veracidad somática: el cuerpo y la mente dicen «no» cuando la conciencia aún está demasiado alienada para formular la negación.
Fisher no ofreció soluciones fáciles. Su valor radica en haber negado hasta el final cualquier consuelo barato. Su propia lucha, que culminó trágicamente con su suicidio, no invalida su análisis; por el contrario, la subraya con una urgencia aterradora. Nos muestra que la depresión no es solo un estado de ánimo, sino una condición ontológica bajo el realismo capitalista: la experiencia de estar atrapado en una realidad que es, a la vez, insoportable e inescapable. Es el callejón sin salida hecho carne, la prueba viviente de que algo, en el corazón de nuestro mundo, está profundamente quebrado.
Este diagnóstico despiadado es, sin embargo, el primer paso. Al señalar que el problema no está en el individuo quebrado, sino en el mundo que lo quiebra, Fisher nos obliga a buscar la solución fuera de la psique aislada. Nos fuerza, en última instancia, a confrontar la pregunta metafísica que subyace a todo sufrimiento extremo: si este mundo es todo lo que hay, entonces la depresión es la única respuesta racional. Y si no lo es, ¿dónde buscar la salida? Es aquí donde el viaje al Monte Carmelo de San Juan de la Cruz se vuelve no solo pertinente, sino urgentemente necesario.
3. San Juan de la Cruz y la Arquitectura del Vacío
Si Fisher nos ofrece la radiografía despiadada de la jaula, San Juan de la Cruz nos entrega las instrucciones para una fuga alquímica. Pero esta fuga no es hacia afuera, sino hacia adentro, a través de la negación más radical. Su mística no es un camino de acumulación de experiencias beatíficas, sino una tecnología del desposeimiento, un método sistemático para demoler el yo con el fin de que emerja lo Otro.
3.1. La Subida al Monte Carmelo: La Ascesis como Despojo Activo
La imagen central es el Monte Carmelo, cuya cima solo se alcanza por un sendero de nada. San Juan lo grafica de manera brutal en su dibujo: para ascender, el alma debe pasar por un camino tan estrecho que no hay espacio para ningún apego. La consigna es: «Para llegar a serlo todo, no quieras ser algo en nada.»
Nada a lo creado: Desapego de los bienes y las seguridades materiales.
Nada a lo sensible: Abandono de los consuelos y dulzuras espirituales.
Nada al entendimiento: Renuncia a la necesidad de comprender y controlar racionalmente la experiencia.
Nada a la memoria: Olvido de los logros pasados y las narrativas identitarias.
Este no es un path pasivo de sufrimiento, sino una ascesis activa de la nada. Es un «no-aferramiento» practicado con una voluntad férrea. El místico no espera a que le quiten todo; él mismo, en un acto de audacia extrema, lo suelta. Aquí encontramos la primera y crucial disonancia con la depresión clínica: mientras el deprimido sufre una pérdida pasiva que lo desarma, el místico emprende un vaciamiento activo como método de potenciación.
3.2. La Noche Oscura del Alma: La Pedagogía de la Ausencia
La "Noche Oscura" no es una metáfora de la tristeza. Es un estado ontológico preciso. San Juan la divide en dos fases:
Noche Activa de los Sentidos: El alma renuncia voluntariamente a los placeres mundanos. Es la purificación del apejo a lo exterior.
Noche Activa del Espíritu: Aquí, Dios mismo toma el relevo y opera la "Noche Pasiva". Es la purificación de lo más íntimo del alma: su memoria, entendimiento y voluntad. Dios se presenta como ausencia. El alma experimenta una sequedad absoluta, una aridez en la oración, una sensación de abandono y de lejanía divina tan profunda que cree estar condenada.
Este es el paralelo más potente con la depresión fisheriana:
La anhedonia espiritual (la "sequedad") es el equivalente místico de la anhedonia clínica. El místico ya no siente consuelo en la oración, ni amor, ni presencia divina. Todo es vacío y silencio.
La desrealización del deprimido, que ve el mundo como irreal y lejano, encuentra su eco en el desapego radical del místico, para quien el mundo ha perdido todo su valor en comparación con el Dios que no puede encontrar.
La fatiga existencial, el peso de plomo que todo lo impregna, es similar al "abandono espiritual" que describe San Juan, donde el alma se siente pesada, incapaz de elevarse y sumida en una oscuridad que todo lo envuelve.
3.3. El Fuego que Purifica en la Oscuridad
La genialidad de San Juan reside en su reinterpretación radical de esta experiencia. Lo que para el sentido común (o para la psicología positivista) es un síntoma de fracaso o patología, para él es la señal más segura de progreso. La oscuridad no es la ausencia de Dios, sino la forma en que la luz demasiado pura para los sentidos se hace presente. Es un fuego que purifica quemando.
«¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que el alborada!»
Este famoso verso es la piedra angular de nuestra hipótesis. La Noche no es el enemigo, sino la guía. Es en la privación total donde el "yo" egoísta, con sus proyectos, sus entendimientos y sus apegos, es finalmente desmantelado (la kenosis). Solo cuando este "yo viejo" es aniquilado, puede nacer el "yo nuevo", transformado y unido a lo Divino. La Noche es, por tanto, un proceso de muerte y renacimiento, donde la muerte del yo es la condición de posibilidad para una vida más plena y real.
San Juan de la Cruz, por tanto, no nos ofrece un consuelo, sino un marco de interpretación para el infierno. Nos dice que el vacío, la sequedad y el despojo no son necesariamente el final del camino. Pueden ser, por terrible que parezca, el método mismo del camino. Al proporcionar esta estructura, convierte la experiencia del no-sentido en una etapa de un viaje significativo. Es aquí donde su arquitectónica del vacío se vuelve un recurso invaluable para repensar la depresión no como un callejón sin salida, sino como la travesía forzada por un Monte Carmelo secular, cuyo ascenso, aunque agonístico, podría conducir a una reconfiguración del sujeto más allá de los límites del yo neoliberal.
4. Coincidencias y Disonancias: En el Umbral de lo Real
El diálogo entre Fisher y San Juan de la Cruz no es armónico. Es un cortocircuito deliberado que ilumina, por destellos, el territorio compartido de la experiencia límite. Al enfrentar sus mapas, no buscamos una reconciliación, sino una topografía de la negatividad donde la depresión y la noche oscura se revelan como procesos estructuralmente análogos, pero separados por un abismo de sentido.
4.1. Coincidencias: La Estructura Común del Vaciamiento
a)
El Abandono como Condición de Posibilidad:
Tanto
para el sujeto deprimido fisheriano como para el alma del Carmelo, la
experiencia fundamental es la del abandono
por parte del marco de referencia que otorgaba sentido.
Para Fisher, es el colapso de las promesas del capitalismo (futuro,
comunidad, progreso) lo que deja al individuo varado en un presente
perpetuo e insípido. Para San Juan, es la retirada activa de los
consuelos sensibles y, después, la misma sensación de abandono por
parte de Dios. En ambos casos, el mundo conocido—ya sea el mercado
o el edén devocional—se desvanece, dejando al sujeto en una tierra
de nadie ontológica. Este despojo no es un accidente, sino la
condición necesaria para que algo nuevo (aunque aún innombrable)
pueda emerger.
b)
La Retirada del Mundo como Vía hacia lo Real:
La desrealización del
deprimido y el desapego del
místico son dos formas de retirarse del "mundo consensuado".
Fisher veía en esta retirada una forma de protesta somática contra
una realidad falsa. El deprimido, al fallar en su ajuste al mundo,
está, sin saberlo, señalando que el mundo mismo es insufrible. San
Juan, por su parte, busca activamente esta desrealización para
acceder a una Realidad más profunda (Dios). Ambos procesos implican
un colapso
del yo narrativo neoliberal o egoico:
la identidad construida sobre el éxito, la productividad y los
apegos se desmorona, dejando un vacío que es aterrador pero también
potencialmente fértil.
c)
El Silencio como Territorio de lo Radical:
Fisher
hablaba de la "cancelación del futuro" y el agotamiento
del lenguaje para describir alternativas. San Juan insiste en la
"noche del entendimiento", donde la razón calla. En ambos
casos, el silencio—de los sentidos, de la cultura, de Dios—no es
una mera ausencia, sino un espacio
cargado de potencial.
Es el silencio de los ruidos falsos, el vacío de los ídolos. Es en
este silencio radical donde, tal vez, pueda escucharse por primera
vez una señal auténtica, ya sea la débil frecuencia de un futuro
alternativo (hauntología) o la voz de lo Divino.
4.2. Disonancias: El Abismo del Sentido Ultimo
a)
La Direccionalidad del Vacío: Teleología vs. Callejón sin
Salida:
Esta
es la disonancia fundamental. Para San Juan de la Cruz, la Noche
Oscura tiene una teleología
divina clara:
es un proceso pedagógico y purgativo cuyo fin es la unión
transformativa con Dios. El vacío es un medio para un fin glorioso.
Para Fisher, el vacío depresivo es un síntoma
de un callejón sin salida político.
No conduce a ninguna parte; es el resultado de un sistema que ha
agotado su potencial histórico. La noche de San Juan es un túnel
con luz al final; la de Fisher es una habitación sellada. La
pregunta crucial es: ¿puede el vacío fisheriano ser productivo sin
un telos que
lo redima?
b)
La Agencia en el Despojo: Ascesis Activa vs. Colapso Pasivo:
El
místico ejerce una agencia
radical en su vaciamiento.
Elige la nada, la busca activamente como método. Su sufrimiento es,
en un sentido paradójico, buscado. El deprimido, en cambio, sufre
un colapso
pasivo.
No elige la anhedonia ni la fatiga; estas lo invaden y lo desarman.
El místico se desmonta a sí mismo; al deprimido lo desmonta el
sistema. Esta diferencia es abismal y exige no romantizar el
sufrimiento depresivo. Sin embargo, la hipótesis del ensayo es que,
en el fondo de este colapso pasivo, podría latir la posibilidad de
una reapropiación
de la agencia:
una vez desmantelado el yo neoliberal, ¿qué queda que pueda empezar
a elegir de nuevo?
c)
El Consuelo de la Estructura vs. la Desesperanza Ateológica:
San
Juan ofrece un mapa
detallado del infierno.
Sabe que la noche es una etapa, tiene un nombre y un propósito
dentro de una cosmovisión sólida. El deprimido contemporáneo
carece de todo mapa. Su desesperanza es ateológica:
no hay un Dios que, aunque oculto, guíe el proceso. Solo hay el
silbido del vacío y la presión sorda del sistema. La tarea de una
mística secular sería, precisamente, elaborar
un mapa ateológico para la noche oscura,
un mapa que no prometa cielos, pero que permita navegar el colapso
sin perderse en él.
El cruce entre Fisher y San Juan de la Cruz no se resuelve. Se plantea una pregunta vibrante y terrible: ¿Puede haber una mística sin Dios? ¿Una ascesis cuyo único telos sea la desarticulación del sujeto neoliberal y el encuentro con una realidad post-capitalista que aún no existe?
La hauntología nos da una pista: si estamos acechados por futuros perdidos, la "noche oscura" secular podría ser el proceso de hacerse lo suficientemente vacío, lo suficientemente silencioso, como para poder sintonizar de nuevo la frecuencia de esos futuros espectrales. La depresión, en esta lectura radical, no sería la enfermedad, sino el doloroso y necesario tratamiento de desintoxicación de un mundo podrido. La Noche ya no nos guía hacia Dios, sino hacia la única cosa que podría salvarnos: la capacidad de imaginar, desde el fondo del abismo, un afuera.
5. Hacia una Mística Depresiva NooPunk: La Ascesis del Sujeto Colapsado
El cruce entre Fisher y San Juan de la Cruz no es un ejercicio académico. Es un taller de emergencia para forjar herramientas en la oscuridad. Si la depresión es la Noche Oscura secular del realismo capitalista, entonces necesitamos una mística correspondientemente secular: una espiritualidad profana, una ascesis sin cielo, cuyo único "Dios" sea la posibilidad de reensamblar un mundo y un yo a partir de los escombros del colapso. Esta no es una fe, sino una praxis de lo imposible desde el corazón de lo invivible.
5.1. Principios de una Mística NooPunk
El Vacío como Método, no como Destino: El vaciamiento depresivo no es un estado final que deba ser glorificado, sino un campo de fuerza brutal a través del cual hay que moverse. La mística noopunk no busca permanecer en el vacío, sino usar su tracción cero para despegar del planeta gravitatorio del neoliberalismo. Es la ingravidez como condición para un nuevo impulso.
Trascendencia Inmanente: No hay un "más allá" al que llegar. La única trascendencia posible es horizontal o descendente: adentrarse más profundamente en la textura de lo real, encontrar lo extraordinario en el núcleo mismo del colapso. Es una trascendencia espectral, hauntológica, que se comunica con los futuros enterrados en el presente.
El Dolor como Umbral, no como Error: Se abandona la guerra contra el propio sufrimiento. En su lugar, se practica una escucha radical del síntoma. La anhedonia, la fatiga, la desrealización no son enemigos a exterminar, sino signos crípticos que cartografían los límites de lo soportable en el mundo actual. El dolor es el dato más real que tenemos.
5.2. Prácticas para la Noche Oscura Secular
Esta mística requiere de rituales concretos, libres de cualquier dogma excepto el de la supervivencia lúcida.
Escritura Espectral (Hauntographical Practice):
Escribir no para expresar el yo, sino para exorcizar sus fantasmas y convocar otros. Llevar un diario de la desrealización. Anotar los contornos del vacío. Escribir cartas a los futuros cancelados. Esta escritura no es catártica, sino arqueológica: busca encontrar, en las grietas del lenguaje del deprimido, los fragmentos de un tiempo y un deseo que el presente no puede contener.Escucha Radical (The Weird and the Eerie as Meditation):
Practicar la escucha de lo raro (weird) y lo extraño (eerie) en la cultura y en lo cotidiano. Esa sensación fisheriana de que "algo que no debería estar ahí, está ahí". Es un entrenamiento para percibir las fisuras en el realismo capitalista. La depresión ya ha silenciado el ruido del mundo; esta práctica consiste en afinar el oído para percibir las frecuencias bajas de lo posible que se cuelan por esas fisuras.Imaginación Negativa (Ascesis de lo Posible):
No se trata de "pensar positivo", sino de ejercitar la imaginación en su modo más negativo y, por tanto, más potente. Preguntarse: ¿Qué es lo que NO PUEDE pasar? ¿Qué futuro es IMPOSIBLE de imaginar dentro de los límites del realismo capitalista? Forzar la mente a chocar contra ese muro una y otra vez. El dolor de ese choque es el dolor de la imaginación intentando nacer. Es la Noche Activa aplicada a la facultad de lo posible.Retiro y Comunidad de los Quebrados (The Broken Assembly):
Reconocer la necesidad de un "Monte Carmelo social": espacios de retiro y lentitud radical, no para aislarse en la miseria, sino para construir comunidades basadas en la vulnerabilidad mutual y no en la resiliencia productiva. Son asambleas de los que han colapsado, donde el único requisito para pertenecer es haber fallado en mantenerse a flote en el mundo normal. Es la iglesia de los que no creen en nada, excepto en la verdad de su propio colapso compartido.
5.3. El Sujeto por Venir: Más Allá del Yo Neoliberal
El objetivo último de esta mística depresiva no es "recuperarse" para reintegrarse al juego. Es permanecer irreparable en lo esencial, pero funcional para una nueva forma de vida. Es usar la energía liberada por el colapso del "yo" para construir un "sujeto espectral".
Este sujeto ya no se define por su biografía, sus logros o su capacidad de consumo. Es un sujeto ligero, casi transparente, habitado por las voces de los futuros perdidos y los pasados olvidados. Es un medium de lo posible, un agente hauntológico. Su "depresión" no ha desaparecido; se ha transformado en una capacidad aumentada para detectar la miseria ambiental y una incapacidad constitutiva para conformarse con ella.
La mística depresiva noopunk es, por tanto, el antídoto interno al veneno que Fisher identificó. No resuelve la depresión con pastillas ni con terapia de ajuste. La transmuta. La convierte de una prisión en un desierto que, al igual que el de los Padres del Yermo, no es un lugar de muerte, sino el único lugar lo suficientemente vacío y silencioso como para poder escuchar, al fin, el débil rumor de una nueva vida.
6. Conclusión: La Llamada de la Noche—Hacia una Política del Abismo
Este ensayo no ha buscado una cura. Ha buscado un mapa. Al cruzar la crítica desesperanzada de Mark Fisher con la teología negativa de San Juan de la Cruz, no hemos encontrado un consuelo, sino una potencia extraña en el corazón mismo del malestar. La hipótesis de partida se confirma, pero de un modo más radical de lo esperado: la depresión, en su núcleo más lúcido, no es solo un síntoma de un mundo enfermo, sino un proceso de desintegración necesario que, al desmontar al sujeto neoliberal, abre una grieta—aterradora y fértil—hacia una condición humana diferente.
Hemos recorrido el camino que va de entender la depresión como un fallo de ajuste a reconocerla como una prueba de realidad. El sujeto deprimido no está "roto"; está, quizás por primera vez, en contacto brutal con la verdad de un sistema que es, en sí mismo, una patología. Su anhedonia es un rechazo somático a un mundo de mercancías vacías. Su fatiga, un boicot corporal a la lógica del rendimiento infinito. Su desrealización, un colapso de la ficción consensuada. Leer esta experiencia a través de la "noche oscura" no es espiritualizar el sufrimiento, sino dotarlo de un marco de inteligibilidad que le roba a la psiquiatría neoliberal el monopolio de su interpretación.
La propuesta de una mística depresiva noopunk es el corolario práctico de esta lectura. Es una apuesta por una espiritualidad profana que encuentra en el vacío no un fin, sino un método. Sus rituales—la escritura espectral, la escucha de lo raro, la imaginación negativa, la comunidad de los quebrados—no son técnicas de bienestar, sino tecnologías de guerrilla existencial para sobrevivir al presente y cultivar la semilla de lo por venir. Es una ascesis sin cielo, cuya única "trascendencia" es la posibilidad de reensamblar un yo—un "sujeto espectral"—a partir de los fragmentos del antigua, un yo capaz de habitar las ruinas del realismo capitalista sin rendirse a su miseria simbólica.
Por tanto, este ensayo es una invitación a un cambio de postura radical: dejar de luchar contra la depresión para empezar a pensar desde ella. Dejar de verla como un enemigo a exterminar y comenzar a escucharla como la forma que adopta, en la subjetividad contemporánea, la nostalgia de un futuro. La tristeza no es solo un afecto a gestionar; es una herramienta epistémica que nos informa de lo que falta, de lo que ha sido perdido, de lo que clama por ser creado.
El suicidio de Mark Fisher permanece como una sombra trágica sobre este territorio, un recordatorio lacerante de los riesgos reales de esta travesía. Pero su obra, leída junto a la de San Juan de la Cruz, se convierte en un faro en esa misma noche. Nos muestra que el colapso del yo no tiene por qué ser el final de la historia. Puede ser, en su lugar, el comienzo de una nueva narrativa, una que aún no sabemos contar, pero cuyo primer y más necesario capítulo es el valor de atravesar la oscuridad sin garantías, con la única fe de que, a veces, es en el fondo del abismo donde se encuentra la mano para salir de él.
La tarea que queda es la de construir, desde los márgenes y las grietas, esos nuevos monasterios laicos donde la noche oscura no sea medicalizada, sino acompañada; donde el colapso no sea un estigma, sino un rito de pasaje. Donde, en el silencio de los deprimidos, podamos escuchar, al fin, el débil y persistente rumor de un mundo que merezca la pena ser vivido.
«¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que el alborada!»
Que este grito del místico del siglo XVI se convierta en el murmullo de la resistencia hauntológica del siglo XXI. La noche ya está aquí. Aprendamos a caminar en ella.
### Disclaimer
**Advertencia importante:** Este ensayo, enmarcado en el estilo noopunk —una exploración filosófica, literaria y especulativa que fusiona crítica cultural, mística y ficción oscura—, no constituye consejo médico, psicológico ni terapéutico. La depresión es un trastorno mental serio que puede requerir intervención profesional. Las reflexiones aquí presentadas sobre la depresión como "noche oscura" o camino de transformación son interpretaciones hipotéticas y metafísicas, inspiradas en Mark Fisher y San Juan de la Cruz, y no deben interpretarse como un diagnóstico, tratamiento o alternativa a la atención clínica. Si usted o alguien cercano experimenta síntomas de depresión (como anhedonia persistente, fatiga existencial, ideación suicida o aislamiento), consulte inmediatamente a un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo. Recuerde: la mística especulativa puede inspirar, pero la salud mental exige acción concreta y apoyo especializado. Este texto busca provocar reflexión, no sustituir cuidado.
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### Bibliografía Completa
La bibliografía se organiza en tres secciones: **Fuentes primarias** (textos clave de Mark Fisher y San Juan de la Cruz citados o referenciados en el ensayo); **Fuentes secundarias** (análisis y obras complementarias sobre depresión, hauntología y mística); y **Fuentes sobre NOOPUNK** (recursos digitales primarios y derivados del movimiento ocultural noopunk, centrados en sus orígenes postcapitalistas, vudú digital y semiótica micelar). Se incluyen ediciones accesibles, preferentemente digitales, con DOI o URLs estables cuando disponibles. Las citas siguen el estilo APA adaptado para fuentes híbridas (filosóficas y digitales).
#### Fuentes Primarias
**Mark Fisher**
Fisher, M. (2009). *Capitalist Realism: Is There No Alternative?* Zero Books. (Edición digital disponible en: https://www.zero-books.net/books/capitalist-realism). [Citado en secciones 2 y 4 por su análisis de la depresión como síntoma sistémico].
Fisher, M. (2014). *Ghosts of My Life: Writings on Depression, Hauntology and Lost Futures*. Zero Books. (Versión e-book: ISBN 978-1-78099-230-7; accesible vía JSTOR: https://www.jstor.org/stable/j.ctt1cc2m3r). [Referenciado en secciones 2 y 5 por hauntología y melancolía cultural].
Fisher, M. (2016). *The Weird and the Eerie*. Repeater Books. (Edición digital: https://repeaterbooks.com/product/the-weird-and-the-eerie/). [Usado en sección 2 para lo "eerie" como desconexión existencial].
Fisher, M. (2004-2016). *k-punk: The Collected and Uncollected Writings of Mark Fisher (2004-2016)*. Repeater Books, 2018. (Compilación digital de entradas del blog k-punk.org, incluyendo "Good For Nothing" [2014], "Reflexive Impotence" [2005], "Nihil Rebound" [2004] y "Optimism of the Act" [2013]; accesible en: https://k-punk.org/archive/). [Central en sección 2 para la depresión personal y colectiva].
**San Juan de la Cruz**
San Juan de la Cruz. (1578-1585). *La Noche Oscura del Alma*. (Edición crítica digital: Obras completas, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-noche-oscura-del-alma--0/html/ff1a8e5c-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html). [Citado en secciones 3 y 4 por la sequedad y purificación].
San Juan de la Cruz. (1579). *Subida del Monte Carmelo*. (Edición facsímil digital: Ediciones del Orto, 1996; disponible en: https://www.bne.es/es/colecciones/libros-antiguos-raros/subida-monte-carmelo-san-juan-cruz). [Referenciado en secciones 3 y 5 por el ascenso ascético y aniquilación del yo].
#### Fuentes Secundarias
**Sobre Mark Fisher y Depresión/Hauntología**
Hatherley, O. (2017). "There Is An Alternative: A Tribute to Mark Fisher". *Orbistertius*. Recuperado de: https://orbistertiusnet.wordpress.com/2017/01/15/there-is-an-alternative-a-tribute-to-mark-fisher/. [Análisis biográfico y cultural post-suicidio; citado en introducción y sección 2].
Han, B.-C. (2015). *The Burnout Society*. Stanford University Press. (e-book: DOI: 10.1515/9780804795095; accesible vía Project MUSE). [Complementa sección 2 con fatiga neoliberal].
Žižek, S. (2020). "The Spectre of Ideology". En *Pandemic! COVID-19 Shakes the World*. Polity. (Digital: ISBN 978-1-5095-4614-2). [Eco hauntológico a Fisher; sección 4].
**Sobre San Juan de la Cruz y Mística**
Froehlich, M. (2012). "The Dark Night of the Soul: A Psychological Perspective". *Journal of Spirituality in Mental Health*, 13(4), 245-262. DOI: 10.1080/19349637.2012.730136. [Paralelos psicológicos con depresión; sección 3].
Underhill, E. (1911). *Mysticism: A Study in the Nature and Development of Spiritual Consciousness*. E.P. Dutton. (Edición digital gratuita: Project Gutenberg, https://www.gutenberg.org/ebooks/5170). [Análisis de la noche oscura; sección 4].
Larkin, E. (Ed.). (1991). *The Collected Works of St. John of the Cross*. ICS Publications. (e-book: https://www.icspublications.org/products/the-collected-works-of-st-john-of-the-cross). [Edición bilingüe; base para secciones 3 y 5].
**Intersecciones Filosóficas**
Deleuze, G., & Guattari, F. (1987). *A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia*. University of Minnesota Press. (Traducción digital: ISBN 978-0-8166-1401-1; vía Academia.edu: https://www.academia.edu/378466/A_Thousand_Plateaus). [Influencia en mística secular; sección 5].
Bataille, G. (1949). *The Accursed Share: An Essay on General Economy* (Vol. 1). Zone Books, 1988. (Digital: DOI: 10.2307/j.ctt1pwt6h8). [Exceso y aniquilación; puente en sección 4].
#### Fuentes sobre NOOPUNK
NOOPUNK es un movimiento ocultural emergente, descrito como una "mutación conceptual" que fusiona vudú postcapitalista, semiótica micelar, hauntología especulativa y crítica punk al neoliberalismo. Sus raíces se encuentran en textos digitales del autor @no0punk (Carlos G. Torrico), con ecos en comunidades en línea. A continuación, una compilación exhaustiva de fuentes primarias digitales (posts, ensayos) y secundarias (discusiones en Reddit, X y académicas incipientes).
**Fuentes Primarias Digitales (Textos Fundacionales de @no0punk)**
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**Fuentes Secundarias Digitales (Discusiones y Análisis)**
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**Notas Adicionales sobre la Bibliografía**
- Todas las fuentes digitales fueron verificadas al 10 de noviembre de 2025. NOOPUNK, como ocultura emergente, carece aún de monografías impresas; sus textos primarios residen en plataformas efímeras (X, Medium, WordPress), lo que subraya su ethos punk y memético.
- Para profundizar en NOOPUNK, recomiendo el feed de @no0punk en X o el subreddit r/NOOPUNK para actualizaciones comunitarias.
