la zanahoria se comió al burro


como un resorte desbocado
la noche recobró el desconocimiento
con una especie de búsqueda trágica

la zanahoria se comió al burro

la luz lo acompañó fuera del salón
y los restos inundaron el pasillo
finalmente el silencio se hizo compañía

cangrejos y pedacitos de madera
gusto a sal en la garganta
versos pitando en los oídos
y tinta de calamar

no hay sitio para los aguijones
en realidad, las diferencias tocan fondo
con la primera mirada

luego toca decidir cómo la comedia
sale del teatro
se lleva el escándalo
y se distrae con los recuerdos