hubo discípulos que no entendieron nada de nada
un tiempo agregado de dudas
que amigablemente nos trajo hasta aquí
un paisaje evidentemente desgarrador
crudo como la sangre
el pecho abierto en canal
y una ingrata sensación de inmadurez, de incapacidad
el rostro de la aurora
nos estamos acostumbrando a perder
nos estamos acostumbrando al horror
Foto: Museo Nacional Reina Sofía
Foto: Museo Nacional Reina Sofía