la Dolce Vita se apaga


es el mejor momento para mandar al diablo
a las mandíbulas que insinúan suerte

la versión ruidosa de guitarras rotas en la noche
bolsillos que convierten piedras en tranquilidad

tranquilidad esclava de una guardiana de estrías en la cara
que busca congelarte con una mirada de humedad sonora
que gotea como lágrimas propias del suelo

mañana la mudanza de estrellas
nos traerá recuerdos que no volverán