días enteros a buen recaudo
bajo un montón de estiércol
estar de una sola manera
como un cisne negro hasta el cuello
otorga la tranquilidad de un impulso marchito
como un suspiro de mil kilómetros
llama que mecánicamente
tizna las ideas cómplices de la balanza
un balanceo desordenado
la pastilla oculta en la miga de pan
sin saber siquiera el castigo que procura
me hicieron tragar días tumbado
elegí dormir casi todos
hasta casi figurar en el cementerio
debí saber que me despertaría
con una soga al cuello
los pies descalzos,
barbado y de muy mal humor
hambre y ganas de maldecir
las manos negras, como los dientes
nacido de la tierra
porque fui enterrado
todavía me dejan un turno para pensar
todos los premios son fastidiosos
¿cuál elegir?
hasta el mes que viene no me dejarán pensar de nuevo
lo tengo:
volver a moverme será más importante
que comer hoy
comenzamos las amputaciones;
primero los gastos, luego los miembros
la construcción de su torre nos llevará años