UN LILO SALE POR EL TEJADO Mª Ángeles Maeso

Fue el árbol antes que la chabola.
Por eso cabe tanto pregón de flor:
¡Bienaventuranza en la meseta
de la basura!

Son lilos.
Nacen de no se sabe dónde
y suben desde siempre por su mes de abril,
que es suyo a rajatabla.

Ni siquiera se han preguntado si podrán.
Nadie lo hace, si hacia atrás hay ratas
o gatos que cortan el aliento.

Suben y tienen mucho que decir.
Se han roto unos pocos dedos y no importa:
Un árbol roza la catenaria del tendido eléctrico
y no es una plegaria.

Es un lilo dispuesto a todo.
Hace en los charcos
un gran eco su morada sombra.

¡Cómo la oigo!