una
desgracia traidora impedida
sólo
porque alzaste la mano hasta dar la luz.
las
sombras huyeron a sus antiguos refugios
y tu
respiras tranquilo mientras te levantas.
fuera
está la mañana esperando
te
apresuras a continuar.
pero
no sabes que esos refugios
se
encuentran entre las dobleces de tu alma
y salen contigo a la calle.